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lunes 16 de mayo de 2011

La mitad de los medicamentos se dispensa con receta electrónica

Una mujer adquiere sus medicamentos a través de la receta electrónica en la farmacia. :: SE QUINTANA

El sistema estará totalmente implantado en la región para finales de año, si se cumple la previsión del Servicio Cántabro de Salud

MARIANA CORES



Para la próxima Navidad, la tradicional receta médica que se utiliza en la adquisición de fármacos pasará a formar parte de la historia definitivamente. A partir de 2012, todos los cántabros tan solo tendrán que presentar su tarjeta del Servicio Cántabro de Salud (SCS) en las farmacias para conseguir su medicamento. De hecho, en este momento, la mitad de las dispensaciones se hacen ya a través de la receta electrónica.

Este procedimiento se puso en 2009. Con él, el farmacéutico tiene acceso mediante el sistema informático a los remedios que receta el facultativo, con qué frecuencia y durante cuánto tiempo. Desde que las recetas se gestionan por esta vía, se han tramitado y expedido 442.999 fórmulas electrónicas, correspondientes a 963.781 fármacos. El sistema permite que en la misma receta electrónica el paciente pueda requerir, en el mismo formulario, varios productos distintos.

Esta nueva realidad implica, según el director general de Ordenación, Inspección y Atención Sanitaria, Fernando Villoria, que «si no se modifica ningún aspecto de la medicación del paciente crónico, éste no tendrá que acudir de a la consulta médica para recoger nuevas recetas».

Ventajas

A ojos de los gestores sanitarios de la región, son varias las ventajas del cambio que se ha introducido: por un lado, «mejora la conciliación y el seguimiento del tratamiento al acceder el profesional sanitario al historial farmocoterapéutico completo del paciente. Podrá ver la prescripción hecha por otros médicos», ya que hay acceso remoto desde los 42 centros de salud. Por otro, «se optimizan las visitas de los pacientes a los centros sanitarios, liberando tiempo de consultas para la atención médica».

Según los cálculos del SCS, se estima que se ha logrado reducir en un 30% las consultas con el fin de recoger recetas durante una jornada normal. El proceso de gestión también influye en los costes, gracias al conocimiento en tiempo real de los datos de consumo de las formulaciones, que permite actuaciones inmediatas en caso de alertas sanitarias y facilita que se puedan estimar los costes farmacéuticos asociados.

Más seguridad

Villoria defiende que la receta electrónica «incrementa la seguridad de la utilización de medicamentos», evitando errores de prescripción, dispensación, duplicidades terapéuticas, acumulación de fármacos en los domicilios.

En este sentido, el director general de Ordenación, Inspección y Atención Sanitaria explica que la hoja informativa que se entrega al paciente «recoge un pictograma que, de manera sencilla, informa de cómo y cuándo debe tomar cada preparado».

Además, existe un sistema de mensajería a través del cual el boticario puede comunicar al médico posibles errores en la prescripción de algún medicamento. «Gracias a la colaboración de las oficinas de farmacia y la respuesta de los profesionales sanitarios, se han emitido más de 300 mensajes que alertan de posibles errores de prescripción». También, desde la Unidad de Control y Soporte de Receta Electrónica del SCS se han llevado a cabo 800 actuaciones dirigidas a resolver incidencias y a alertar sobre errores o anomalías de funcionamiento.

Desde que se puso en marcha en 2009 esta forma de tramitación, en Cabezón de la Sal, son ya 92.522 las personas que están incluidas en el sistema de receta electrónica. La implantación de esta metodología ha supuesto un inversión pública cercana a los dos millones de euros.

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