lunes 25 de octubre de 2010

Almudena Ruiz Pellón. :: CAVIA

Tiene 29 años, un carácter luchador y la experiencia propia de lo que es sufrir y recaer en una enfermedad que «te agota psicológica y físicamente»

NACHO CAVIA

Almudena Ruiz Pellón tiene 29 años y desde hace tres preside la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer de Los Corrales de Buelna, la única -además de la de Santander- que funciona en la región. Sufrió un cáncer de mama, lo superó y recayó. Y «vuelta a empezar». Tiene tan claro que es una enfermedad crónica como sabe que después de superarla queda mucho por vivir, mucho por disfrutar. Por eso, su principal bagaje es su sonrisa.

-La del Día Mundial del Cáncer de Mama es, sin duda, la jornada perfecta para reafirmar la necesidad de la prevención.

-Sí, y la aprovechamos para lanzar un mensaje de salud y esperanza. Todos debemos ser conscientes de que nos puede afectar la enfermedad pero, en este caso, también de que hay una opción para detectar el cáncer en una fase temprana y eliminar así los males posteriores. No nos cuesta nada y debemos y tenemos que hacerlo porque lo más importante que tenemos es la vida.

-Y sin miedo.

-Si tenemos alguna enfermedad, mejor que nos la detecten pronto, para que podamos mirarla a la cara. Si no lo tenemos, pues mejor.

-¿No es una locura decir que el cáncer de mama da buenas noticias?

-No, es una gran verdad. Hace años seguro que no podríamos contarlo. Ahora sí, precisamente por ese diagnóstico precoz, por los avances y por los nuevos fármacos.

-¿Cual es ahora la prioridad?

-Una vez encauzada la investigación en la enfermedad, ahora hay que avanzar en los tratamientos posteriores y en intentar mejorar las condiciones de la vida que hay después de la enfermedad.

-¿Cómo se vive un cáncer así?

-Todo se ve de un modo distinto, pero también se aprende mucho. A nivel personal lo importante es no dejarse nada dentro, compartirlo, pedir ayuda a los que te rodean y saber que queda la esperanza de seguir adelante.

-Es una batalla diaria.

-...En la que hay momentos muy duros. Es una enfermedad que puede terminar agotándote física y psicológicamente, y muy especialmente cuando sufres alguna recaída. En ese momento se abre un periodo de incertidumbre que dura meses, hasta que te dan los resultados.

-¿Qué es lo peor?

-El silencio. Especialmente ese silencio que te envuelve entre los meses que transcurren desde que vas a hacerte las pruebas hasta que los médicos te dan los resultados. Es lo peor. El silencio. Eso y el significado de la palabra cáncer y lo que representa para la sociedad. Si tienes cáncer, la gente te mira y se pregunta cuánto tiempo te quedará de vida.

-Uno siempre piensa que a él no le va a pasar, ¿verdad?

-Yo soy el ejemplo de que nunca se sabe. Soy joven, no tengo antecedentes familiares, soy deportista y siempre me ha gustado la buena alimentación. Lo único que queda es cruzar los dedos y estar preparados. Debemos estar fuertes ante la posibilidad de que nos pase algo así porque puede pasarle a cualquiera. Y al contrario. Tener un riesgo mayor de desarrollar el cáncer de mama no implica la certeza de que se vaya a padecer la enfermedad, sólo cierta predisposición.

-Y ahí está la Asociación Española Contra el Cáncer.

-Desde luego. Aquellas mujeres diagnosticadas y sus familias deben saber que la AECC tiene programas de apoyo informativo y psicológico y las ayudas que precisen ellas y quienes las acompañan.

-Especialmente a través del programa 'muchoxvivir'.

-Claro. Sus contenidos son actualizados de forma periódica por los profesionales de la AECC con el objetivo de ofrecer información útil que abarque los diferentes aspectos relacionados con el cáncer de mama: médicos, psicológicos, orientación social y laboral, consejos estéticos, actividades, talleres, programas de ayuda, etcétera.

-Y, además, siempre hay un después de la enfermedad.

-Siempre. Habrá cosas que dejes atrás, pero hay muchas posibilidades que aprovechar y debemos pensar en que la investigación, especialmente intensa en este campo, ofrece muy buenas perspectivas. Incluso, y eso siempre es una esperanza, a corto plazo.

-¿Cual es su consejo?

-Que pidan ayuda, que se abran a quienes las rodean, que no se encierren ni regodeen en la tristeza. Ante la vida, una sonrisa.

-Y la esperanza.

-Sí, sobre todo en los avances científicos y en aquellos que nos ayudan a salir adelante en lo que nos queda por vivir.