martes 12 de abril de 2011

Los afectados piden más información sobre las terapias, aunque algunas como la logopedia no se ofertan en la Seguridad Social

MARÍA ÁNGELES SAMPERIO

El parkinson una enfermedad neurodegenerativa que a veces pasa desapercibida y se diagnostica tarde, lo que retrasa su terapia. Ayer fue el día mundial de una patología que en Cantabria padecen unas 5.000 personas, aunque diagnosticadas sólo hay entre 2.000 y 3.000, según destaca Nuria Gómez, que es la presidenta de la Asociación Cántabra Parkinson, creada ahora hace dos años y con sede en Torrelavega.

Los afectados cántabros realizan muchas actividades, aunque se enfrente con el temor que muchos enfermos tienen a asociarse, aunque cada vez superan más esta barrera. En cuando a reivindicaciones, la fundamental es la información para un mejor tratamiento. «Queremos que se informe a los enfermos de todas las terapias, como es el caso de la logopedia, que no está cubierta por la Seguridad Social, pero que es fundamental para el tratamiento», apunta la presidenta de la Asociación Cántabra de Parkinson, Nuria Gómez.

«La logopedia-explica Gómez- es fundamental para los afectados porque tienen problemas para tragar que con esta terapia se pueden solucionar». Los masajes, la rehbilitación son otras actuaciones que alivian los síntomas, si bien en muchas ocasiones hay que acudir al ámbito privado para poder ser atendido ya que o no entran en la cartera de servicios de la sanidad pública o sólo se logran para una temporada ante la escasez de recursos.

El trastorno

La enfermedad de Parkinson (EP), también denominada parkinsonismo idiopático o parálisis agitante, es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a una incapacidad progresiva, producido a consecuencia de la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra. Frecuentemente clasificada como un trastorno del movimiento, el parkinson también desencadena alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma. El diagnóstico está basado en la clínica, puesto que no se ha identificado ningún marcador biológico de esta enfermedad. Hasta el momenno se ha conseguido dar con un método definitivo que cure la enfermedad, aunque cierto es que por medio del tratamiento farmacológico, e incluso quirúrgico, se pueden paliar algunos de los síntomas más molestos.

En el año 1997, la Organización Mundial de la Salud estableció que el 11 de abril se celebraría el Día Mundial del Parkinson, con el objetivo de acrecentar la concienciación de las necesidades de las personas aquejadas de esta dolencia. Fue esta la fecha escogida al coincidir con el nacimiento de James Parkinson, el médico británico que describió por vez primera la «parálisis agitante», como la definió.

Según datos del Ministerio de Sanidad, uno de cada 400 enfermos neurológicos son enfermos de parkinson , detectándose un caso nuevo al año por cada 1.000 habitantes mayores de 50 años.

Para que el diagnostico no se demore se debe acudir al médico ante la aparición de síntomas no motores, como problemas de memoria, alteraciones en el contenido del pensamiento, trastorno del estado de ánimo, dolor o dificultades para conciliar el sueño, entre otros.